¿Podemos permitirnos el lujo de ser analfabetos jurídicos?

El analfabetismo jurídico engendra monstruos.

Periódicamente nos vemos asaltados por noticias de crímenes horrendos que nos hieren como seres humanos y como sociedad. Sin embargo es en esos momentos cuando debemos tener más claros nuestros valores, el mundo en el que queremos vivir y no sentir nostalgias de falsas formas de justicia que en realidad no son sino el fracaso de la misma. Creo que en los colegios se debiera hacer un visionado comentado de películas como «Furia», «Matar a un ruiseñor», «El verdugo», y ya puestos otras como «Plácido» (que es una lección magistral de la letra de cambio y los impagos del comercio).

Y luego dedicar alguna parte de alguna materia a explicar que el Derecho Penal es algo bastante más complejo que un ‘brainstorming’ entre tertulianos de Sálvame. Que las penas desproporcionadas dan como resultado menos condenas, y que las garantías penales no están puestas ahí «para los delincuentes», sino para todos: cualquier día, con razón o sin ella, puedes ser tú quien esté al otro lado de los barrotes.

Entender el Derecho en general, y conocer nuestros derechos en particular, son aún asignaturas pendientes de nuestro sistema educativo.

Furia de Fritz Lang
«Furia» (1936), Fritz Lang.