Si es niña la llamaremos Pandemia… ¿Puedo poner el nombre que quiera a mis hijos?

Y si es hijo, Coronavirus. Pues no, no es posible (a no ser que cambien mucho las costumbres y el uso de dichas palabras en el futuro).

La Ley del Registro Civil, en su artículo 50, dice que toda persona tiene derecho a un nombre desde su nacimiento. Ya que, tal y como añade el mismo artículo, “las personas son identificadas por su nombre y apellidos”. Algo que ya sabíamos.

Pero lo que quizá no tenemos tan sabido es que, si los obligados a poner un nombre (normalmente los padres) no lo hacen en un plazo de tres días tras ser apercibidos por el encargado del Registro Civil, este mismo encargado podrá ponerles los que quiera (siempre que sean “de uso corriente”, que por cierto, me contaron una vez que un juez de un registro civil ponía siempre su nombre a los nacidos de filiación desconocida, alegando “¿qué pasa, que no es corriente?”).

El siguiente artículo de esta misma norma, el 51, establece las limitaciones para poner nombre:

1.º No podrán consignarse más de dos nombres simples o uno compuesto.

2.º No podrán imponerse nombres que sean contrarios a la dignidad de la persona ni los que hagan confusa la identificación.

3.º No podrá imponerse al nacido nombre que ostente uno de sus hermanos con idénticos apellidos, a no ser que hubiera fallecido.

El último punto es otra curiosidad, pues seguro que muchos no os imaginabais que era posible poner a un hermano el mismo nombre de otro hermano mayor si hubiera fallecido (lo cual es un poco macabro en nuestra costumbre actual, pero quizá no tanto en asuntos de linajes nobiliarios en la antigüedad).

Pero en fin, en lo que atañe al título de este post, nos interesa el punto segundo del artículo 51: no pueden imponerse nombres que sean contrarios a la dignidad de la persona ni los que hagan confusa la identificación. Tampoco si ese agravio a la dignidad lo produce la combinación con el apellido, como esos juegos de nombres que tanto gustaban a Gomaespuma: “Ester Colero”, por ejemplo.

En cualquier caso la interpretación corresponderá al juez del Registro Civil. Hay en España personas que se llaman Stalin, o Kennedy, o Mao, pero no Judas ni Caín. Ni tampoco probablemente nos dejarán inscribir a nuestra hija Pandemia o a nuestro hijo Coronavirus.

Ultima ratio

Cosas de derecho que deberían enseñarse en las escuelas:

En un estado de Derecho existe un principio llamado de ultima ratio penal o principio de intervención mínima del derecho penal.

Copio y pego de una guía jurídica de acceso libre en Internet:

«En primer lugar, implica que las sanciones penales se han de limitar al círculo de lo indispensable, en beneficio de otras sanciones o incluso de la tolerancia de los ilícitos más leves; y en segundo lugar, implica que debe utilizarse solamente cuando no haya más remedio, es decir, tras el fracaso de cualquier otro modo de protección».

Guías jurídicas Wolters Kluwer

A lo que yo añado que esta tendencia que a veces se ve de querer convertirlo todo en delito es profundamente antidemocrática, y señal del fracaso en todas las otras áreas que podrían atajar cualquier conducta ilícita.

Charlas sobre menores e internet ‘Un mundo 2.0’

El pasado miércoles 23 de mayo tuvo lugar la última de las tres charlas sobre menores y redes sociales que he impartido durante este mes. Bajo el título ‘Un mundo 2.0: menores con Internet en la palma de la mano’, esta última tuvo lugar en el marco de la Primera Escuela de Padres y Madres organizada por el Ayuntamiento de Murcia con las AMPAs de los centros educativos del municipio.

Fue una gran experiencia hablar de nuevo de estos temas de plena actualidad que tanto preocupan a madres y padres de jóvenes en edad escolar. Se trata de charlas que abordo desde mi experiencia y formación como abogado especialista en estos temas, pero también desde la perspectiva que me ofrece el haber sido profesional de la comunicación tanto offline como online. En ellas hablamos de delitos y peligros, claro que sí, pero sin excesivo dramatismo. Porque se trata de un problema social que debe abordarse desde la educación en hogares y escuelas.

Como padres y madres debemos conocer las nuevas tecnologías y lo que implican para poder educar también sobre ellas, del mismo modo que conocemos «la calle» para enseñar a nuestros hijos e hijas a no ser excesivamente confiados y saber desenvolverse con autonomía en el «mundo real». Si tienes hijos mantenerte al margen de la tecnología porque «a ti no te va», no es una opción. Igual que no es una opción evitar la educación sexual, o desconocer el mundo de las drogas o las zonas con mayor o menor peligro de tu ciudad. Tampoco es posible (ni deseable) pretender que la tecnología desaparezca y regresemos a un estadio anterior más primitivo. No va a suceder, igual que no van a desaparecer los coches de nuestras avenidas: cruzar la calle seguirá siendo una actividad de riesgo en la que debemos «entrenar» a nuestros hijos.

Debemos conocer la tecnología y como funciona, porque nuestros hijos ya la conocen. Ellos no experimentan «salto tecnológico» alguno, y por eso creen que lo conocen todo y lo dominan con seguridad. Sin embargo, no es así. Ellos adolecen de cierto exceso de confianza e ingenuidad propia de esas edades (por ejemplo a la hora de confiar en la identidad de la persona que hay chateando con ellos al otro lado de la red), y ahí es donde debemos acompañarles para que tengan sentido común, prudencia y empatía. No es fácil, de hecho son atributos difíciles de encontrar en los propios adultos en las redes.

De todo esto y mucho más hablamos en estas charlas. Si quieres tratar estos temas en tu centro educativo, bien orientada a madres y padres, profesorado o alumnado, puedes contactar conmigo en info@victormartinezabogado.com

Propiedad Intelectual en la era de la Inteligencia Artificial: ¿qué sucede cuando el autor es una máquina?

El desarrollo de la Inteligencia Artificial, aún incipiente pero en proceso de expansión a pasos agigantados, plantea una serie de retos jurídicos en el ámbito de la responsabilidad (¿quién responde por los fallos o incluso delitos cometidos por la IA?) pero también en el ámbito de los derechos: cada vez con más frecuencia encontramos programas capaces de autogenerar contenidos, que pueden ir desde una obra pictórica a un artículo periodístico, pasando por una canción pegadiza. Generados a partir de un algoritmo y con una selección de contenidos en función de las “decisiones” del programa. Estas obras, además, van ganando en complejidad y riqueza, y pronto serán indistinguibles de las realizadas por un ser humano.

Hasta ahora el Derecho de la Propiedad Intelectual ha considerado que sólo puede ser autor una persona. (Art. 5 Ley Propiedad Intelectual: “Se considera autor a la persona natural que crea alguna obra literaria artística o científica“). Lo cual quiere decir que las obras generadas por una máquina serían obras sin autor, es decir, sin restricción ninguna para su uso, difusión, transformación o disfrute por cualquier tercero. Nadie tendría derechos sobre estas obras.

Hay dos formas básicas de afrontar este reto: una posibilidad es negar la posibilidad de generar derechos de autor, con lo cual tendríamos esa extraña figura de “obras sin autor”, arte o belleza creadas de forma autónoma al margen del ser humano, un tipo de autoría hasta ahora reservada a la naturaleza cuando, en su automatismo, generaba el diseño de una hermosa flor o un paisaje. Y otra posibilidad es entender que la propiedad intelectual de una obra generada por un software pertenece al autor de ese software. Una decisión más práctica, por la que se decanta por ejemplo la legislación de Hong Kong, que resuelve bastantes problemas pero no queda libre de controversia, pues el programador es indiscutiblemente autor del programa, pero es más difuso concluir que sea “autor” de la obra generada con su algoritmo.

En mi opinión este nuevo escenario obliga a crear un nuevo concepto que podría ser mixto: considerar que hay obras sin autor, pero con un derecho de difusión y explotación a favor del propietario del software que las generó.

No acaban ahí los problemas: imaginemos que un programador crea un software capaz de generar una obra artística, pero que es el usuario (si hablamos de una app por ejemplo) quien debe introducir determinados parámetros, por ejemplo elegir la temática o el estilo estético de la obra resultante… ¿A quién atribuimos esos derechos sobre la obra entonces?

Los Derechos de Propiedad Intelectual han sido los más afectados por los cambios producidos en la tecnología durante casi todo el siglo veinte y lo que llevamos del veintiuno, obligando a los juristas a afinar y precisar cada vez más los distintos conceptos jurídicos en juego. Parece que esa tendencia seguirá existiendo, y tendremos que redefinir nuestros conceptos de autoría, como paso previo a lo que, en unas décadas, podría llevarnos hasta la concesión de personalidad o humanidad a las propias inteligencias artificiales.

¿Podemos permitirnos el lujo de ser analfabetos jurídicos?

El analfabetismo jurídico engendra monstruos.

Periódicamente nos vemos asaltados por noticias de crímenes horrendos que nos hieren como seres humanos y como sociedad. Sin embargo es en esos momentos cuando debemos tener más claros nuestros valores, el mundo en el que queremos vivir y no sentir nostalgias de falsas formas de justicia que en realidad no son sino el fracaso de la misma. Creo que en los colegios se debiera hacer un visionado comentado de películas como «Furia», «Matar a un ruiseñor», «El verdugo», y ya puestos otras como «Plácido» (que es una lección magistral de la letra de cambio y los impagos del comercio).

Y luego dedicar alguna parte de alguna materia a explicar que el Derecho Penal es algo bastante más complejo que un ‘brainstorming’ entre tertulianos de Sálvame. Que las penas desproporcionadas dan como resultado menos condenas, y que las garantías penales no están puestas ahí «para los delincuentes», sino para todos: cualquier día, con razón o sin ella, puedes ser tú quien esté al otro lado de los barrotes.

Entender el Derecho en general, y conocer nuestros derechos en particular, son aún asignaturas pendientes de nuestro sistema educativo.

Furia de Fritz Lang
«Furia» (1936), Fritz Lang.

Cómo defender a un asesino

Hoy toca un artículo #OFFTOPIC para retomar la vieja costumbre de hablar de abogados de la ficción. En este caso de Annalise Keating, la contradictoria y vehemente abogada y profesora de Derecho Penal interpretada por Viola Davis.

La serie parte de una premisa interesante: varios estudiantes de Derecho reciben el “premio” de ser escogidos por Keating para ayudarla en su bufete. Pronto se verán inmersos en la vorágine de la vida personal de su mentora, inseparable de su actividad profesional, y de su expeditiva forma de afrontar los casos, dado que para ella la victoria justifica cualquier acción.

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OFFTOPIC: Configuración de Comentarios en el blog

Estimados lectores:

Problemas de vulnerabilidad de WordPress me han llevado a reforzar la seguridad y los controles de la web. Especialmente problemáticos son los formularios, pues a veces son utilizados para acceder de forma maliciosa al sitio e introducir malware. Por eso el formulario de contacto tiene ahora un captcha, y los comentarios de los artículos están desactivados por defecto.

No obstante me interesa el debate y la opinión, por lo que quienes queráis aportar vuestros comentarios podéis hacerlo a través de mi página de Facebook Víctor Martínez Abogado. Allí comparto todos los artículos, y podéis comentar en el respectivo hilo de cada artículo.

Muchas gracias por estar ahí.

Modificación capacidad legal, incapacidad y derecho al voto de discapacitados intelectuales

Ayer, 8 de febrero, tuvo lugar una importante reivindicación ante el Tribunal Constitucional en Madrid. Cientos de personas discapacitadas intelectualmente, pertenecientes a asociaciones de todo el país, se manifestaron pidiendo el derecho al voto. Este acto fue apoyado desde toda España con actos simbólicos como el realizado por Plena Inclusión Murcia.

En numerosas ocasiones los padres se ven obligados a incapacitar judicialmente (modificar su capacidad jurídica) a sus hijos, para prorrogar el ejercicio de la patria potestad o establecer una tutela (de manera que puedan seguir tomando decisiones en la administración y disposición de bienes, atención especializada, trámites administrativos, etc.). Sin embargo, en demasiados casos se hace «tabla rasa» en esa incapacitación, llevando a estas personas a lo que comúnmente se conocía como «muerte civil» (incapacidad para cualquier tipo de acto con relevancia jurídica). O aunque se haga una modificación parcial de la capacidad jurídica, ésta afecta a áreas donde puede haber autonomía personal, como es el caso del derecho de sufragio activo.

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Charla sobre Creatividad e Iniciativa para emprender en Los Maristas de Cartagena

cartel jornada emprendedores maristas cartagenaEl pasado viernes 13 de mayo fui invitado a participar en una Jornada sobre ‘Creatividad e Iniciativa para emprender’ en el Instituto de Los Maristas de Cartagena. En la misma intenté hablar desde mi experiencia como persona con múltiples proyectos relacionados con la creatividad que de alguna manera ha tenido que emprender y buscar cauces para que esos proyectos vieran la luz. Es el caso de este despacho, pero también de otros ámbitos como mi faceta literaria, a menudo abordada desde la autoedición.

Que la carátula de mi presentación no os lleve a engaño: no hice una apología acrítica del emprendimiento, tan de moda. Me parece que detrás del estímulo indiscriminado de una cierta épica del emprendimiento ha habido también cierto espejismo, por no decir engaño: y se ha acabado arrojando a miles de profesionales al autoempleo y a la práctica pseudoempresarial, para luego culparles sibilinamente de su propio fracaso.

Primero de todo hice hincapié en los inconvenientes y dificultades de abordar nuestros propios proyectos profesionales, que son muchos. Y después traté de resaltar precisamente eso: la idea de proyecto, que para mí está por encima de la de emprendimiento. No se trata de «montar algo» porque sí, sino de hacer realidad el proyecto que tienes en mente (tras sopesar su interés y viabilidad).

Como podéis ver, el hilo conductor de la breve charla fue Luke Skywalker. Como él, yo también fui un granjero en Tatooine, con inquietudes y sueños que tal vez nunca hubiera intentado llevar adelante si mi mundo no se hubiera puesto patas arriba. Es el camino que lleva hasta la Fuerza y a convertirte en Jedi, aunque «demasiado viejo seas», que diría Yoda.

Charlas para padres y madres sobre Internet y Redes Sociales

pantalla1El pasado jueves 4 y hoy, jueves 11 de febrero, he sido invitado por Cadakual Iniciativa Social a dar sendas charlas sobre Internet y Redes Sociales y menores en el Colegio Santa María del Carmen de Murcia. Estas charlas están dirigidas a padres y madres de primaria y secundaria, y en las mismas abordamos temas como la incorporación de nuestros hijos al uso de Internet y los retos, las oportunidades y peligros que esto supone. Se trata de sesiones muy interesantes tanto por los temas abordados como por el posterior debate ante las inquietudes que suscitan en la comunidad educativa.

A lo largo de estas charlas se dan diversos consejos y sugerencias, aunque si tuviera que resumirlos en una idea, sería ésta: los padres debemos conocer Internet y las distintas plataformas tecnológicas al alcance de nuestros hijos. Del mismo modo que nos anticipamos y conocemos los distintos escenarios en los que deberán desenvolverse en el mundo «real», para darles los recursos necesarios en cada situación, igual ocurre con el mundo «virtual».

Puede que las nuevas tecnologías, las redes sociales o las apps móviles te gusten mucho, poco, o no te gusten nada. Pero como padre/madre, no puedes permitirte el lujo de ser ajen@ a ellas.